miércoles, 17 de abril de 2013

Haciendo discípulos!

Hablar de Mateo 28:19-20 nos trae a la mente "La Gran Comisión". Y muchos de nosotros hemos escuchado acerca de este versículo innumerable veces en reuniones y prédicas, pero ¿de qué manera eso es parte de tu vida? Considero que es una gran comisión, pues dentro de este mandato implica varias acciones de nuestra parte: ID, HACER, ENSEÑAR a GUARDAR. 

Mateo 28:19-20: "Por tanto, ID y HACED discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; ENSEÑÁNDOLES que GUARDEN todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.

Este imperativo es para todo los cristianos, todos aquellos que somos discípulos de Jesús tenemos el llamado de ID; y es que muchas veces se cree o piensa, que el "llamado para hacer discípulos" es para algunas cuantas autoridades dentro de la iglesia. Todos, sin excepción alguna hemos sido escogidos por Dios para cumplir su mandato. 

Vemos aquí que el imperativo no es ir y predicar la palabra, mucho menos ir y hacer actividades evangelísticas. ¡No!, aquellas cosas no son el objetivo principal, pueden ser un medio, pero nuestra misión es HACER discípulos. Y para ello, muchas veces tenemos que tener una disposición de renuncia a nosotros mismos, a nuestro tiempo, nuestros deleites para poder dedicarnos a esta gran misión. El hacer discípulos tiene que convertirse en una pasión la cual realizamos con dedicación y entrega. 

¿Pero, para qué hacer discípulos? ¿Simplemente para llenar congregaciones? ¡No!, tenemos que hacer discípulos para ENSEÑARLES... y ¿enseñarles qué? a GUARDAR la palabra de Dios, a obedecer la palabra de Dios, a poner en el corazón de cada discípulo la misma pasión por el ID, HACER y ENSEÑAR y de esta manera involucrar a todo el cuerpo dentro de esta tarea.

Muchas veces, no cumplimos cabalmente esta tarea encomendada porque no estamos debidamente preparados para ello. Ante ello, en Efesios 4:11-12 vemos lo siguiente: "Y Él mismo constituyó a algunos apóstoles, y a otros profetas, y a otros evangelistas, y a otros pastores y maestros, para el perfeccionamiento de los santos, para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo".

Es decir, Dios constituyó estos ministerios para que perfeccionen a los santos, para que estén preparados para la gran obra del ministerio, para estar preparados para poder cumplir este gran mandato... HACER discípulos. 

Es el deseo de Dios que la iglesia sea edificada, que ésta crezca y glorifique su Santo Nombre. Ahora, para que esto suceda, es necesario preparar a los la iglesia. Muchas veces no se cumple este rol de preparar, no se confía en las personas, no se les permite que puedan ser parte de la edificación. La iglesia se edifica cuando sus miembros se concentran y centralizan sus esfuerzos para realizar dicho objetivo.

Cada uno de nosotros es responsable por la manera como estamos edificando y de qué manera estamos cumpliendo con este mandato de ID, HACER discípulos e ENSEÑAR a GUARDAR. En 1 Corintios 3:10 dice: "Conforme a la gracia de Dios que me ha sido dada, yo como perito arquitecto puse el fundamento, otro edifica encima; pero cada uno vea como sobreedifica".

Cada uno vea como sobreedifica. Tenemos que ser consciente de la gran responsabilidad que tenemos delante de Dios en edificar su Iglesia. Hacerlo con responsabilidad significa que tenemos que tener la pasión para ellos, prepararnos y hacer discípulos semejantes a Jesús. 

Tú y yo tenemos al Espíritu Santo quien nos capacita día a día. Meditemos y evaluemos la manera que estamos contribuyendo y edificando la Iglesia. De todas esas cosas daremos cuenta a Dios. 

martes, 2 de abril de 2013

Rompe tu burbuja!

Fuimos llamados y escogidos para ser luz y sal de la tierra.
Luz para alumbrar aquello que está en oscuridad, y sal para dar sabor a aquello que está insípido.
Cada uno de nosotros es colocado en lugares estratégicos para poder dar a conocer la Palabra de Dios. Para que muchos puedan conocer de Jesucristo.
Sin embargo, algo muy peculiar sucede muchas veces con muchos cristianos, y es que vivimos con si estuviésemos dentro de una burbuja, vivimos nuestro mundo, sin importarnos las personas a nuestro alrededor. Me preocupo simplemente por llevar una vida íntegra delante de Dios, pero lo que pueda suceder con las personas a mi alrededor no es de mi mayor interés.
Actitudes como esa son contrarias a aquello que Jesús nos demanda.... "vayan y hagan discípulos a todas las naciones".... "Hacer discípulos en mi trabajo, en mi escuela, en mi barrio, en todo lugar donde Dios me coloque... ahí debo brillar"
Efectivamente, hemos sido salvados por la gracia de Jesucristo y tenemos que cuidar esa salvación. Pero, la carga más grande que tenemos hoy son vidas... vidas que necesitan ser alcanzadas y a las cuales tenemos que mostrarle el amor de Dios.
Existe tanta necesidad, y aún no comprendemos muchas veces el propósito para el cual fuimos escogidos, y por el contrario, preferimos seguir viviendo dentro de nuestra burbuja.
Dios derramado en nosotros poder a través del Espíritu Santo y así como dice en Hechos 1:8, para anunciar su reino en Jerusalén, Judea, Samaria y hasta en lo último de la tierra, es decir, anunciar su reino en mi localidad, en las ciudades próximas, en mi país y a todas las naciones.
Rompe tu burbuja, sal de tu comodidad y empieza a vivir una vida con propósitos... una vida para lo cual fuiste escogido. Ser sal y luz de la tierra.... hacer discípulos!!!!!!!